La Fundación Alday está a punto de poner en marcha la ampliación de su residencia, ubicada en el barrio de la Llana, 6 de Arespalditza/Respaldiza, concejo del municipio alavés de Ayala, con la que comparte sede. Las obras concluyeron a mediados de abril y la entidad sin ánimo de lucro solo está a la espera de la visita de inspección del departamento de servicios sociales de la Diputacion Foral de Álava, para obtener la autorización de funcionamiento definitiva. Fundación Alday ha invertido más de 1 M€ en la ampliación, de los cuales 200.000 € proceden de las ayudas destinadas a la promoción, al desarrollo y a la diversificación económica de los municipios rurales incluidos en la zona LEADER aprobada en el marco del Programa de Desarrollo Rural del Pais Vasco 2015-2020, a lo que se suman subvenciones reconocidas con cargo al Fondo Europeo Agrario de Desarrollo Rural (FEADER) y otras subvenciones concedidas con cargo a los Presupuestos Generales de la Comunidad Autónoma de Euskadi. La remodelación del centro tiene como fin ampliar sus espacios comunes, aumentar el número de habitaciones, mejorar las comunicaciones verticales mediante la instalación de un segundo ascensor y la reforma del gabinete sanitario. La residencia Alday contaba hasta ahora con 30 habitaciones individuales y 4 dobles, para una ocupación máxima de 38 residentes, que, con la reforma, incrementa la capacidad asistencial del centro a 45 plazas, al incorporar cuatro nuevos dormitorios individuales (dos en la primera planta y dos en la segunda) y uno doble (en la segunda planta), todos con baño propio y totalmente equipados, además de reconvertir una de las antiguas habitaciones individuales en doble. De esta forma, el geriátrico alcanza los 39 dormitorios (33 individuales y seis dobles). De acuerdo con el proyecto, redactado por Agustín de la Brena, socio de IMB arquitectos, se han ampliado las zonas comunes de cada una de las plantas, que están distribuidas en función de las necesidades de sus usuarios (la primera planta se destina a las personas dependientes y con perfil psicogeriátrico y la segunda a las personas autónomas y sin deterioro cognitivo). Asimismo, también ha aumentado el espacio del salón principal de la planta baja, el del comedor o el de la zona de actividades, para permitir el distanciamiento entre personas, mesas o sillones.
En paralelo, se ha puesto en marcha en la planta baja un nuevo despacho de atención psicosocial, «para que la trabajadora social (persona de referencia para los usuarios y sus familias) pueda atender a los usuarios y a sus familiares en un entorno más confortable y espacioso que el actual», que va a acompañado de una sala anexa para la realización de las actividades de atención psicológica e intervenciones de psicoestimulación cognitiva con pequeños grupos de pacientes en función de su deterioro cognitivo y capacidades afectadas. También se ha cubierto la zona de paseo alrededor del centro, para permitir su uso durante todo el año, y se ha trasladado el despacho del supervisor de gerocultoras al antiguo despacho de la trabajadora social, ya que antes compartía su espacio con el personal de enfermería. Igualmente, el despacho médico y la sala de enfermería han intercambiado su ubicación con el gimnasio y la sala de rehabilitación, todos ellos en la planta baja, de tal forma que los primeros cuentan con una superficie de 26 m2 y los segundos de 20,94 m2.
La reforma también lleva incluida un proyecto de unidad convivencial, con 15 plazas y ubicada en la primera planta, que está vinculada al modelo de atención centrada en la persona (ACP) e intenta parecerse lo máximo posible a un ambiente doméstico, permitiendo que los usuarios la decoren a su gusto. Consta además de espacios comunes, como un amplio salón equipado con cocina y sala, una terraza con mesas y sillas y un espacio para plantar un pequeño huerto. Está unidad estará atendida siempre por dos gerocultores por la mañana y dos por la tarde, que serán siempre los mismos. El geriátrico actual fue inaugurado en noviembre de 2018, tras una inversión de 4,5 M (incluyendo una subvención de 200.000 € del Departamento de Desarrollo Económico e Infraestructuras del Gobierno Vasco y otra de menor cuantía del Ayuntamiento de Ayala). Cuenta con una superficie construida de casi 3.000 m2, repartidos en cuatro plantas, sobre una parcela de unos 7.000 m2.
Historia de la entidad Desde 1898, la Fundación Alday ha ofrecido servicios de hospital, escuela, asilo, reparto de comida, vivienda comunitaria, centro de día y residencia en Arespalditza, a través de tres grandes áreas de trabajo: asistencial, innovación social y sociocultural.